"--Sin prisa, sin pausa, como un árbol poderoso, así fue creciendo mi amor; hundiendo las raíces hasta la médula; ocupándome con ramas de trayectoria imprevisible; extendiendo el follaje ávidamente, desbordándose en flores. Lo menos que pude, que quise hacer, fue darte la vida. Llevarte puesta como un amuleto. Tocado por tu mirada, convertirme en una llama. No desear otra cosa que vivir cobijado por tu sombra. Estaba dispuesto a cambiarlo todo para acercar mis pasos a los tuyos, para acompasar..."
--Nunca te creí."
Felipe Garrido