A veces el respetar y valorar las cosas que en este momento tienes no forma parte de la fila de tus prioridades, esa carrera de siempre tener más y más, estar siempre satisfaciendo esa codicia y no disfrutar un momento afuera, de una risa contagiosa, de la compañía de un excelente amigo. No voy a negar que a mi también me ha ganado, frecuentemente me encuentro sufriendo por donde no puedo estar y quejandome de donde estoy. Sin embargo deseo aplicar algo que creo haber comprendido hoy: la esperanza muere al último, hay que planear, empujar, presionar y esperar, poco a poco las cosas se irán dando, pero no si no pones antes trabajo duro y esperanza en que funcionará.
Así que voy a respetar las cosas que me den miedo, pero voy a buscar la capacidad de enfrentarlas y superarlas, para que no haya excusa ni pretexto para no completarlas, no tengo idea de a quién me dirijo escribiendo esto, pero espero que a mi, para que así tenga bien presente el esfuerzo que tengo que poner
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